Blog de Psicología Analítica Junguiana
y Grafología, con artículos, notas, y libros para descargar gratis.
Sobre mí
Lic. Claudia Beatriz Gentile
Soy Lic. en Psicología clínica con orientación junguiana, Grafóloga Pública (Emerson). Soy Astróloga con 20 años de experiencia y ejercicio.
Brindo terapias psicológicas analíticas tendientes a la individuación - Temas de género- Terapia de parejas - Talleres de autoconocimiento sobre la conformación de la femineidad - Grupos de reflexión - Grafoterapia.
Si alguna nota o algún artículo de este espacio te parece útil como para copiarlo en algún otro lugar público, hacelo pero poné por favor, la fuente de donde fue extraído, en este caso agregale el texto que figura a continuación:
Artículo extraído del blog GRAFOSINTESIS, de Claudia Gentile, http://www.grafosintesis.fullblog.com.ar
Hace dos años tuve un
sueño a partir de una invitación que me hicieron. Asistí a un programa
de radio, en una FM comunitaria del Partido de Cañuelas. En ese momento y
frente al micrófono que se me brindó, nació el proyecto de Femenino/Masculino.
El 8 de agosto del 2009 salimos al aire por primera vez con quien me acompañara en rol de "masculino", el Ing. Jorge Kiernan, (conductor a su vez de "Y a pesar de todo, acá estamos", programa de política y actualidad en el que colaboré como co-conductora durante su año al aire).
Nuestra idea en Femenino/Masculino fue y sigue siendo generar un espacio de reflexión sobre temas de género, tratando siempre de integrar visiones femeninas y masculinas de aquellas cosas que nos pasan a diario a todos. La
visión de una mujer suele ser, en líneas generales, distinta de la del
hombre. Y la suma de ambas visiones apunta a que podamos abordar al
aire, modos de afrontar situaciones cotidianas entendiéndonos, buscando
una convergencia de ambos enfoques; en definitiva, aprendiendo a
entramar miradas para generar mayor comprensión.
Así nació este espacio
que se sostuvo durante un año y medio en Cañuelas. Con una audiencia que
se empezó a aquerenciar en el dial y nos fue siguiendo, y compartiendo
sus miradas, sumándose a las nuestras.
Tocamos temas variados como celos,
violencia doméstica, vida en pareja, soledad, divorcios, distintos
modelos de parejas, homosexualidad, insatisfacciones, posición de la
mujer en hogares monoparentales, reposicionamiento de la mujer que sale a
trabajar fuera del hogar, hombres que se suman a las tareas domésticas,
corrimiento del eje cultural patriarcal, nuevos modelos de ser hombres y
mujeres en esta época de cambio, y muchos más que nuestros oyentes fueron proponiendo, analizando cada tema desde un entramado de saberes, vivencias y visiones, para hacernos preguntas más que generando la obstrucción de una respuesta
definitiva, para pensarnos, conocernos más, indagarnos,
siempre con la idea de plantearnos que las energías tanto femenina como
masculina están ambas dentro de cada uno de nosotros, y si están en
armonía en nosotros mismos, manifestarán su armonía en nuestras
relaciones vinculares con los demás.
En el año 2011 la apuesta fue distinta, y decidimos buscar una radio web de mayor alcance que la FM comunitaria. Esta vez en compañía de Pedro Martino y Verónica Tanzi,
apostamos a llegar a más gente, salir de las fronteras de nuestra
provincia, de nuestro país, de nuestra cultura y entramarnos, para
aventurarnos a evaluar cómo afrontamos los nuevos desafíos culturales y
sociales en temas de género en nuestras latitudes y en otras, y siempre apostando a crecer, a aprender a escucharnos, a aprender a conocernos y a despertar conciencia.
Cuántas veces nos sentimos desfallecer cuando notamos su mirada posada en otra mujer? Qué alternativas tenemos? El reproche o recuperarnos como mujeres deseables?
Sofía lo vio mirar a otra mujer. De soslayo. Iba caminando por la calle de la mano de su hombre y pasó una mujer y él la miró. Con cuidado, tratando de disimular, pero Sofía lo notó. Automáticamente siguió la dirección de su mirada para ver bien a quién se dirigía. Pero qué le vio? Si era una mujer de su edad, una mujer como ella. Sin embargo él la miró con esa mirada de interés y deseo que antes era solo para ella. Qué emanaba de esa mujer que atraía su mirada? Sofía se conmocionó. Primero sintió dolor. El dolor de no saberse la única a los ojos de él. Luego el dolor mutó en bronca y no se pudo controlar. Estalló y le recriminó que lo había visto, que se había dado cuenta, que por qué le hacía esto a ella, que había dado su vida por él, por la familia, por la casa, y no se merecía ese desprecio…
Analicemos:
Volvamos a vernos jóvenes, atrayentes. Su mirada convergía en nosotras. Éramos la dueña de sus sonrisas, las destinatarias privilegiadas de sus suspiros. Y luego, qué pasó? Toda una vida de transformaciones. Los hijos, los quehaceres domésticos, las camisas que planchar y las rutinas diarias fueron opacando la seducción. La relación se fue tornando más mecánica y previsible. Los diálogos se acortaban. Ya no había tiempo para arreglarnos. Los chicos demandaban todo el tiempo. Poco nos quedaba para nosotras.
Nos parábamos frente al espejo y queríamos huir. Sólo íbamos mirándonos por partes para no vernos toda entera y asustarnos. La cara, para pasarnos la crema a la noche, también mecánicamente; la cabeza, para cepillarnos el pelo. Una mirada rápida de cuerpo entero para ver si no nos había quedado algún manchón en la ropa de la comida de los chicos, antes de salir. Tratábamos de no prestarle atención al rollito que empezaba a dificultarnos a la hora de ponernos el pantalón que ya nos iba quedando chico. Nos poníamos una blusa amplia para ocultarlo. Un peinado rápido, nada de peluquería. Y él? También se había avejentado. Pero todo seguía su inercia hasta que lo descubrimos mirando a esa mujer y nos cayó toda la información junta sin que la pudiéramos procesar. El tiempo!!! El tiempo que había pasado desde la última vez que nos sentimos deseadas, las arrugas que se habían instalado en nuestro rostro… Sigo?
Mi querida lectora: antes de que me grites un insulto. Detente!!!
Si pudimos reflexionar juntas hasta acá, veamos qué alternativas tenemos. Quedarnos en la queja hasta que sea muy tarde y nada pueda hacerse? Es cómodo. Nos victimizamos y ponemos toda la responsabilidad afuera. En él, en los años, en la derrota del tiempo, intentando retenerlo con la maniobra de hacerlo sentir culpable, como hizo Sofía con su reproche. Pero qué clase de vínculo conformaremos con él de ese modo? Tendremos solamente un hombre acabado a nuestro lado que se queda con nosotras por obligación y falsa gratitud.
O tomamos cartas en el asunto e intentamos volver a seducirlo? Cómo?
Seduciéndote a ti misma. Siendo un poco egoísta y buscando espacios propios que te hagan sentir plena nuevamente. Haciendo algo para ti, que te enriquecerá por dentro, y eso se notará por fuera. Podrás, al recibirlo, hablarle de otras cosas que no sean las rutinas domésticas, y se reinstalará el diálogo. Puedes tomar un curso de algo postergado, hacer gimnasia, reunirte con amigas. Y, si tienes que salir, obviamente empezarás a ocuparte un poco más de tu imagen (qué negarlo, nos vestimos y nos arreglamos muchas veces para mostrarnos frente a otras mujeres amigas, no es así?). Y esa sana competencia con nuestras pares hará que empieces a tomar conciencia de cómo verte bien y de estar mejor contigo misma.
No podrás volver atrás, desde ya, pero podrás redescubrirte y valorarte en tu madurez. Encontrarte con nuevos modos de seducción. No hace falta que lo hagas sola. No pienses que solamente a ti te pasa. Todas pasamos por esto y no está mal buscar ayuda. Alguien que comparta tus códigos, que entienda tus problemas, con quien hablar de tus inseguridades. Es el momento adecuado para empezar una terapia en donde encuentres un espacio en el quepuedas dialogar para recuperarte como mujer. Para redescubrirte, y también para reinventarte en esta nueva etapa, sin tantos pudores y sin inhibiciones tontas. Alguien que te ayude a vencer tus inseguridades. A encontrarte con ese ser especial y único que vive escondido en tu interior.
De a poco, paulatinamente, sin demandarle nada, lo verás más interesado en ti. De nuevo. Pero sin reproches.
Podrás también recuperar tus espacios de intimidad con él. Cómo? Con rituales. Preparando una noche para ustedes solamente, una vez por semana: Podrán salir, ir a tomar algo juntos (sin los chicos, por favor!). Solo ustedes dos. O podrás armar esa noche especial en tu propia casa. Pondrás velas, te comprarás una ropa íntima sensual con la que te sientas a gusto, te maquillarás para él, podrás preparar una cena ligera y sensual, armonizar todo con una buena música, acompañar la velada con algún vino espumante, y simplemente dejarte llevar por lo que sientas. Pero todo de a poco, preparando el espacio, ganándose ese espacio para ambos que luego no deberá perderse. Armándolo juntos, recuperando la sensualidad, redescubriendo sus cuerpos, besándole cada arruga, cada rollito, sin pudores, que en cada pliegue del cuerpo está escrita nuestra propia historia, y esa historia vale; es la traza de nuestro camino recorrido. Dejándolo a él jugar sus fantasías contigo, paulatinamente. Hablando de lo que sienten, de lo que quieren, de lo que desean, de lo que fantasean, para poderlo jugar de a dos en ese espacio privado que podrán ir recuperando o quizás, armando por primera vez, con la madurez que te aportan sabiamente tus años vividos, que te jugarán a favor en esta etapa, y no en contra como venías sintiendo erróneamente.
Eso permitirá que vuelvas a ser la mujer, no solo la esposa, o la madre de sus hijos. Luego, cuando ellos marchen del nido, tendrás a un hombre y no estarás asfixiando a tus hijos para llenar el hueco que te dejaron al partir. Recuperarás tu pareja, tu ser mujer y podrán volver a encontrarse con adicionales nuevos, producto de la madurez y de la nueva etapa, tan rica, que se avecina, juntos.