Es mentira que el Hombre es el ser más inteligente en virtud de haber
podido modificar la naturaleza y domesticarla a su antojo. Antojo
narcisista y egoísta que nunca tuvo en cuenta otras necesidades más que
las propias. Y en virtud a ello no sintió ninguna culpa cuando arrasó,
mató, destruyó, extinguió, podó, transgenizó, modificó, desmineralizó,
contaminó, tinelizó, desnaturalizó... (etc, etc, etc).
Quien
dominó la Naturaleza no fue el Hombre, sino el ínfimo porcentaje de
psicópatas que gobiernan nuestro planeta en todas y cada una de sus
esferas. Infimos pero suficientes para estar instalados en los puestos
adecuados.
Psicópatas instalados en el poder, con poder conferido, votados, ubicados, apoltronados, empoderados.
Y
ya sabemos que en las relaciones en las que se juega el poder, no se
juega el amor, que es contemplativo y empático; y horizontal con
verticalidades eventuales, pero no impositivas, sino organizativas.
Y el resto de los humanos son sólo complementarios del psicópata.
El
psicópata armó el código falaz de la Moral (externa) e imperante y
normatizó a su antojo y beneficio a fuerza de aliarse con otro círculo
de psicópatas que se apoderaron de la necesidad de trascendencia del
humano, se pusieron a cargo de las instituciones religiosas y desde la
política, las fuerzas armadas, la cultura y desde la religión, más que
ligar, desligaron poniéndose a la cabeza de las instituciones para
sembrar sus conveniencias a través de las convicciones del dogma, de la
Ley y del Mandato, cinceladas a fuego en la piedra del complementario
con la masa de la culpa.
Esa es la Moral que nos insuflaron en nuestro Super Yo cumplidor y pacatamente prolijo.
Qué nos enseñan los psicópatas?
Que
en tanto les sigamos dando el poder, desempoderándonos, encima desde
adentro de las instituciones porque estamos en el sistema, y avalando y
aceptando su código moral, seguirán demostrándonos que necesitamos de su
guía, manejo e intrepidez.
Cada vez que un complementario dice No puedo, le regala una bolsa extra de poder al psicópata.
Qué nos enseñan?
A
descartar la Moral, que no es un MANDATO sino un MALDATO, y a construir
código propio: la verdadera ética, que es empática y no culposa, que se
asienta en la responsabilidad individual sin que debiera legislarse ni
punirse por fuera (sana anarquía de la que hablaba Borges); sino
autolegislada, producto de la madurez alcanzada a pesar de ser instados
todo el tiempo por el gran aparato psicópata a seguir siendo niños no
pensantes e inmaduros, tinelizados por el gran circo consumista y
adormecedor que empuja a consumir la vida hacia afuera y nunca a pensarla
hacia adentro. Aparato ansiógeno que acelera el tiempo (0800-LLAMEYA, COMPREYA, VIVAYA, MUERAYA!!!)
para que la ansiedad no permita pensar y sí aventurarse hacia afuera a
consumir para consumirse y morirse ciegos.
A qué nos insta el psicópata?
A
recuperar el poder personal, a ponerle un límite al que avasalla, a
entender su juego, a entender que el único miedo que tienen es a perder
su poder, ya que qué sería de un psicópata sin su complementario? Qué
sería de un actor sin su público? Cuál sería el sonido de un árbol
cayéndose en un bosque sin que nadie lo observe?
Lo peor que se le podría hacer a un actor es negarle su público. Hasta un frutazo prefieren antes que el vacío del silencio.
Ahí
está la clave cuando el psicópata provoca: no reaccionar e ignorarlo.
Ignorarlo como especie mancomunada, no con individualismos sueltos,
venciendo los complementarios todos los miedos a perder la pseudo
felicidad que el psicópata le da a cambio de su sumisión.
A
subir su autoestima, a valorar los propios valores, a salir de la masa
informe y domesticada (normal, normatizada, enferma de normosis), a
domesticarse uno mismo pero bajo los propios códigos, que son férreos
pero flexibles y empáticos. A no caer en las trampas que el Poder nos
pone para que sigamos sintiéndonos inseguros si no pertenecemos a la
masa, al sistema, al dogma, a la religión, al colectivo social bajo la
mirada atenta y permanente de ese Gran Hermano que nos controla.
Trampas
para evitar que pensemos, que crezcamos, que nos individuemos, que nos
volvamos autónomos y responsables de nosotros mismos.
De lo contrario, cómo
dominarnos?
Lic. Claudia Gentile
Psicóloga clínica con orientación junguiana- Grafóloga pública – Astróloga
Terapias psicológicas tendientes a la individuación - Temas de género-
Terapia de parejas - Talleres de autoconocimiento sobre la conformación
de la femineidad - Grupos de reflexión - Grafoterapia.
Terapias presenciales y vía Skype.
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